Aún hoy, cuando paso por la A5, la autopista de Extremadura, siempre miro hacia la derecha y veo un solar vacío en el lugar donde se encontraban los estudios Kirios. Es como ir por el bosque, ver un claro y recordar las veces que habías pasado por ahí y habías visto un dinosaurio enorme y majestuoso. No grabé mucho en estos estudios: varias veces en el 1, normalmente corales y música clásica, y alguna grabación en el 3 (alguna de ellas duró más de 40 horas seguidas). Pero fueron las suficientes para apreciar las posibilidades de este lugar. ¡Realmente era primera división! Como dicen los americanos era jugar en las grandes ligas. Todo era grande y todo estaba lleno de historia.
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